El efecto invernadero es un fenómeno atmosférico que se produce cuando la radiación térmica (calor) de la superficie de la Tierra, que comúnmente es emitida hacia el espacio, se encuentra en cambio retenida por los gases de efecto invernadero (GEI) presentes en la atmósfera debido a la contaminación del aire. Esto ocasiona un incremento de la temperatura planetaria, ya que el calor no logra escapar, como en un invernadero. De allí proviene el nombre del efecto.
Los principales gases de efecto invernadero que tienen capacidad de retener el calor son: Vapor de agua, Metano (CH4), Dióxido de carbono (CO2), Clorofluorocarbonos (CFC), Ozono (O3) y Óxido nitroso (N2O)2.
La industria es una de las principales causas del efecto invernadero. Los márgenes registrados de gases de efecto invernadero en la atmósfera a finales del siglo XX, presentan una relación directa con el inicio de las actividades industriales humanas, que han arrojado a la atmósfera tantos gases de esta naturaleza, que el índice de concentración del CO2 en la atmósfera ha aumentado en un 40% desde 1750 (de 280ppm a 400ppm).
El efecto invernadero natural de la Tierra hace posible la vida como la conocemos. Sin embargo, las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles y la deforestación, han intensificado el fenómeno natural, causando un calentamiento global.
Hay varias formas en las que podemos reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático. Algunas de estas formas incluyen:
Usar menos electricidad: Algunas medidas simples y económicas que puedes tomar para usar menos electricidad incluyen reemplazar las bombillas incandescentes por bombillas LED que usan menos electricidad, agregar aislamiento a tu hogar y ajustar el termostato a una temperatura más baja en invierno y más alta en verano.
Generar electricidad sin emisiones: Las fuentes de energía renovable incluyen energía solar, energía geotérmica, turbinas eólicas, energía de olas y mareas oceánicas, energía de residuos y biomasa e hidroenergía. Estas fuentes de energía renovable no liberan gases de efecto invernadero a la atmósfera al generar electricidad.
Reciclar regularmente: Memoriza lo que se puede y no se puede reciclar en tu hogar. El papel, las latas de estaño y el acero generalmente se pueden reciclar, al igual que muchos plásticos.
Compostar tus residuos: Los residuos alimentarios pueden crear metano cuando se dejan en vertederos. Para evitar que esto suceda, establece un sistema de compostaje para tu hogar en su lugar.
Ahora bien, ¿Como podemos ayudar los Centros de Datos en este tema?
Se puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de varias maneras, una forma es mejorar el diseño y el proceso de construcción de los centros de datos. Las técnicas y materiales de construcción tradicionales generan una gran cantidad de gases de efecto invernadero y otros contaminantes incluso antes de que se instale el primer servidor. Al mejorar el diseño y el proceso de construcción, las empresas pueden reducir significativamente la huella de carbono incorporada en sus centros de datos.
Otra forma en que los centros de datos pueden ayudar a reducir las emisiones es mediante la renovación de estructuras existentes. La renovación de un edificio puede eliminar alrededor del 78% de las emisiones de carbono de un edificio nuevo. Además, algunas de las empresas más grandes que construyen estos centros se han comprometido a ser neutrales en carbono tanto en cómo alimentan como en cómo construyen sus instalaciones. No solo están utilizando compensaciones de carbono para reducir sus huellas actuales, sino que también están trabajando en formas para reducir todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el futuro.